Otra cosa que no me hace tanta gracia es la sonrisa de oreja a oreja que pone Daniel cuando le estás diciendo que "no" a algo. "¡No golpees la tele!" Se gira, te sonríe y sigue a lo suyo hasta que le levantas y los sacas a rastras de donde esté haciendo sus diabluras con la consiguiente pataleta. Parece cómo si te estuviera tomando el pelo.
miércoles, 6 de octubre de 2010
No entiendo nada, esto no va conmigo
Me encanta la cara que ponen los niños para expresar que eso no va con ellos. Se quedan mirando al infinito embobados, mientras tu los vistes, bañas o intentas interactuar de cualquier manera con ellos. Es una expresión despistada muy graciosa. Estoy segura de que al principio lo hacen de forma inconsciente, pero que, a medida que pasa el tiempo y comprueban que funciona, la acaban poniendo a posta. Últimamente, Daniel acompaña esta expresión con un "uh" o un "eh" que termina de rematar el efecto.
Cuando llega la edad de los pulsos entre los padres y los hijos hay que tener mucha paciencia, porque si ahora que tiene un año es agotador, no me quiero imaginar más adelante.
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