Es curioso, pero despuésde meses de relación con los padres del parque no me sé casi ninguno de sus nombres. Únicamente el de la mamá de Hugo y porque ella se arrancó a decírmelo. En cambio los nombres de los hijos me los sé de memoria: Luis, Nicolás, Mar, Yago, María, Daniel, Irene, Olivia... Y nunca me equivoco. ¡Qué curioso! Con lo mala que soy para los nombres y las caras.
De hecho hay ocasiones en las que estoy en el parque y saludo a un niño alegremente por su nombre y el tutor que le acompaña, que justo ese día no es el de siempre, se queda flipado. "¡Mira! Te conocen", Aciertan a murmurar al pequeñajo, que parece que le contestan con la mirada: "Es obvio. Viene casi todos los días a este parque. No como tú".
Lo curioso es que también pasa lo contrario. Y eso que soy la única que le lleva a ese parque. No recuerdo que su padre haya ido con él allí sin mi. De repente un señor o señora desconocido acaricia la cabeza de mi hijo y le saluda: "Hola Daniel", me miran y añaden: "¡Qué niño tan simpático!" Y yo me esprimo el cerebro intentando recordar esa cara. Pero nada. Ni idea de quien es ni de qué porras puede conocer a mi hijo. Pero sonrío babosa porque lo ha llamado simpático. Y el niño se ríe y sigue revolcándose en la arena con sus compañeritos. Ajeno al desconcierto de su madre.
Que curioso... Yo tampoco te recuerdo con Daniel y conmigo en el parque... :P
ResponderEliminarJaja, es que vamos a parques distintos
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