Supongo que cada cosa tiene su tiempo y es que cuando los niños viene al mundo dan una impresión de fragilidad infinita, así que te tomas muy en serio lo de protegerlo de todos los peligros. Incluso de los que no se ven. Al pequeñajo te lo dan casi sin defensas, así que tienes que estar ojo avizor con los gérmenes. Pero también tienes que proporcionarle pequeñas dosis para que se vaya fortaleciendo. Como sucede con las vacunas.
martes, 5 de octubre de 2010
Higiene extrema
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