miércoles, 13 de octubre de 2010

El mordisco

Daniel ha probado de su propia medicina. Hoy me lo han devuelto de la guardería con un llamativo mordisco en la mejilla. Aún así no ha aprendido la lección y sigue hincándome el diente en cuanto tiene una oportunidad.

Mañana martes es fiesta, así que supongo que este lunes habrán ido poquísimos bebés a clase y habrán puesto a mi pequeñajo con niños más mayores. Normalmente va a una clase donde él es el más viejo. Y así puede abusar de los demás. Porque este chiquitín es muy brutote. Hoy se habrá sorprendido al ver que otros niños mayores son más fuertes que él y que además tienen el mismo poco cuidado a la hora de tratar con los más pequeños.

Cuando me lo han puesto en los brazos le he visto una marca roja, rojísima, en uno de sus mofletes. Era enorme. Al principio no he caído en lo que era, pero en cuanto he visto la hendidura de los incisivos he caído. Se los habían clavado bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encanta saber lo que piensas.