La noche vieja nos encaminamos con unos niños muy emocionados a casa de las abuelas. Iban a tirar bombetas (unos petardos que suenan muy poco y no son nada peligrosos), iban a tomar lacasitos con las doce campanadas e iban a trasnochar. Yujuuuuu.
Nada más llegar saludaron a las abuelas, pusieron la casa del reves con sus saltos de alegría y decidimos bajarlos a tirar las bombetas a un parque cercano. Tenían orden de no estallarlas cuando hubieran perros y bebés cerca. Respetaron la regla bastante bien, aunque se despistaron con un perrito, que no pareció muy afectado por los revoltosos infantes que tiraban bombetas a los pies de sus papás al grito de "baila forastero jajaja". Resultado: Castigados sin tirar los petarditos durante cinco minutos.
Tras el parón seguimos jugando al salvaje oeste hasta que se nos acabó la munición. Lo pasamos genial. Subimos casi a la hora de la cena, que, por cierto estaba buenísima. En esta ocasión Raúl había contribuido con una quiché que quitaba el hipo. Yo con los entrantes ya estaba servida, pero me comí la crema, el pescado y el postre por pura gula. Así pasó que luego no me cabía ni una uva en el estómago. Mi marido me las buscó muy pequeñitas con todo su amor, facilitándome la vida muchísimo.
El postre también lo llevó Raúl, una crema catalana deliciosa. Ahora sabemos a quien salen los chiquillos con su vena de chefs gourmet.
Cuando empezaron las campanadas los niños se habían comido ya casi todos sus lacasitos. Que tramposillos. ¡Feliz años nuevo! gritamos todos brindando con champán y sacando las bolsas con el cotillón: collares, gorros, antifaces, dientes de vampiro (que porras pintan en Navidad. Ni idea. Pero lo pasamos genial con ellos), narices de payaso (¿?) y lo mejor de todo, ¡serpentinas! Anda que no lo pasamos bien tirándolas de una lado a otro de la casa. Y luego se recogieron muy bien. Confetti no teníamos, pero casi mejor. Que eso cuesta mucho más de limpiar.
Nos lo estábamos pasando muy bien, pero tuvimos que retirarnos al poco tiempo porque ya íbamos a dormir poquísimas horas. Al día siguiente nos tocaba levantarnos a las cinco de la mañana para coger una avión a Las Palmas de Gran Canaria.
Feliz año! Muacks!
ResponderEliminarFeliz año!!! Muchos besazos para ti y toda tu familia :D
EliminarYa veo que lo pasastéis genial, Feliz año nuevo!!!
ResponderEliminarPara estos niños todo es una gran fiesta. da gusto :D
EliminarFeliz año nuevo!!!