martes, 10 de agosto de 2010
Aprendiendo cosas nuevas
Le dejo solo una semana y ya me sorprende con gestos nuevos que hacen que se me caiga la baba. Ya camina mucho más derecho que cuando lo dejé y puede que por eso me da la impresión de que está más alto.
Además, ya dice adiós con la mano, aunque no parece tener claro lo que significa este movimiento. A veces el momento no coincide con ninguna despedida, pero no importa, porque todos los que le rodeamos le decimos adios al mico igual. Aunque no nos vayamos a ninguna parte. Es parte de las tonterías que hacemos los adultos con mucho gusto para contentar a los niños.
El otro día, me llevé una sorpresa mayúscula cuando el pequeñajo cogió la cuchara bien rellenita de comida y se la llevó el solito a la boca. Que pena que la siguiente decidiera desparramarla por le suelo. Debió decidir que era más divertido.
También le encanta bailar la canción de "Campeones, campeones, oe, oe, oeeeeeeee". Se mueve para alante y para atrás ritmicamente al son del tonillo musical. Resulta que tengo un hijo simpatizante de la Selección Española y a ninguno de sus progenitores les gusta el futbol. Cuanto menos resulta curioso.
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