sábado, 14 de agosto de 2010

La piscinita




Al pequeñajo le encanta el agua en todas sus modalidades. Incluso cayendo del grifo. Cómo ha hecho días de mucho calor. Chari desempolvó unas piscinitas hinchables que tenía guardadas y que hicieron las delicias de Daniel. El bebé chapoteó allí muchos días de verano. Sólo o acompañado por sus pequeños amiguitos. Incluso su padre le acompañó en alguna ocasión.

Algún día intentó meterse cuando ya le habíamos vestido. ¡Qué sinverguenza!

Le llenamos la piscinita de juguetes de plástico y le remojamos la cabeza de vez en cuando. Es una forma de luchar contra el calor mientras el enano se divierte.

Eso sí, los que le rodeamos también acabamos bastante empapados, así que por mi parte, cada vez que decíamos de montarle todo el tinglado piscinero me ponía ropa cómoda y mojable.

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