Esta actividad es muy cómoda para los padres. Les llevan en autobús al polideportivo, les ponen ellos el bañador, les dan la clase de natación, les dan de merendar, los visten y los traen a la puerta del cole para que los padres los recojan.
Pensé que tendría que recogerle del autobús con escoba y pala de lo agotado que vendría, pero la emoción pudo con él y vino a mi encuentro dando saltitos. El problema es que sólo venía él. La mochila, la toalla, el bañador, el gorrito, las chnaclas... Se habían quedado en el polideportivo. Pregunté a los monitores y me aseguraron que se encargarían de recuperarla.
De camino a casa Daniel me contó que le había gustado muchísimo la natación, que habían hecho de todo, que le habían enseñado muchas cosas (sin especificar nada), que habían merendado y que se le había caído todo el batido encima, que le había encantado el autobús verde enorme que les trae y les lleva... Pero que había pasado frío. Supongo que eso es inevitable.
Cuando me disponía a empezar con los baños sonó mi móvil. Era uno de lo monitores. Había recuperado mi mochila y me la acercaba al portal. ¡Qué amable! Bajé a por ella encantada y en la puerta me contó que mi hijo era increiblemente inquieto, pero que no me preocupara porque enseguida se vuelven formalitos y aprenden las normas. Me quedé un poco a cuadros, pero el monitor parecía amable y cariñoso, así que decidí no preocuparme. Lo importante es que le chiquillo estaba feliz con su piscina.
Pensé que tendría que recogerle del autobús con escoba y pala de lo agotado que vendría, pero la emoción pudo con él y vino a mi encuentro dando saltitos. El problema es que sólo venía él. La mochila, la toalla, el bañador, el gorrito, las chnaclas... Se habían quedado en el polideportivo. Pregunté a los monitores y me aseguraron que se encargarían de recuperarla.
De camino a casa Daniel me contó que le había gustado muchísimo la natación, que habían hecho de todo, que le habían enseñado muchas cosas (sin especificar nada), que habían merendado y que se le había caído todo el batido encima, que le había encantado el autobús verde enorme que les trae y les lleva... Pero que había pasado frío. Supongo que eso es inevitable.
Cuando me disponía a empezar con los baños sonó mi móvil. Era uno de lo monitores. Había recuperado mi mochila y me la acercaba al portal. ¡Qué amable! Bajé a por ella encantada y en la puerta me contó que mi hijo era increiblemente inquieto, pero que no me preocupara porque enseguida se vuelven formalitos y aprenden las normas. Me quedé un poco a cuadros, pero el monitor parecía amable y cariñoso, así que decidí no preocuparme. Lo importante es que le chiquillo estaba feliz con su piscina.
jijijijij
ResponderEliminarnosotros tb hemos empezado natación este año! El primer día Ona lloró un poco (les cuestan los sitios nuevos y las situaciones nuevas), pero luego salió encantada. Estel tb! Para nosotros es una extraescolar muy importante, y esperamos que les guste todo el año...
pero salen agotadas!!! a ver si la semana que viene puedo escribir al respeto!
Un beso preciosa!
Núria
Yo también espero que les guste a los tres todo el año. Aprender a flotar es importantísimo. Estoy deseando leer tu post sobre la natación de las gemelas.
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