domingo, 25 de noviembre de 2012

El Mordisco

Mi hijo dice que su único amigo en clase es Guille. Espero que no sea verdad y que tenga muchos más. Un día me vino diciendo que se lo había pasado muy bien con sus nuevos amigos Riyad, Fadi y Jaime, pero luego no me volvió a hablar de ellos.

El caso es que todas las mañanas llega muy contento a la puerta del colegio esperando ver a su gran amigo Guille. Los dos se alegran mucho de verse, pero es cuestión de segundo que uno u otro acabe llorando.

El otro día, todo parecía ir bien. Los dos estaban jugando a los superheroes, que es lo que más les gusta y todavía no teníamos ningún damnificado. De repente, me quedé de piedra, ¡Daniel había mordido a su amigo! Así, porque sí. me puse como una fiera y le exigí que le pidiera perdón. MI niño se cerró en banda a mi petición y así estuvimos los dos ceñudos hasta que sonó el timbre para entrar en clase. Me pidió que le acompañara hasta la puerta, como casi siempre, y yo me negué en redondo. "Estoy muy enfadada por lo que acabas de hacer" le constesté.

Entonces, Daniel se cogió una perreta gordísima. Al final la profesora tuvo que meterle en clase en volandas tras una fugaz beso mío. Me fui angustiada de allí.

Menos mal que después Iván se quedó muy tranquilo en la guardería, porque si no bubiera pasado una mañana infernal. Tuve tentaciones de llamar al colegio para ver como estaba mi hijo mayor, pero estaba segura de que se le había pasado ya hacía rato y lo único que haría sería interrumpir el ritmo de la clase.

Con el gusanillo de la conciencia arañándome el corazón pasé toda la mañana. No me arrepentí de haberle echado la bronca al peque porque su conducta estuvo muy mal, pero me pesaba que hubiera entrado a clase con esa desazón. No veía el momento de ir a buscarlo.

Cuando por fin me presenté allí tras recoger al bebé, le pregunté a la profesora por mi niño. Ella me contestó que se le había pasado al poco de entrar en clase, como yo ya suponía, pero también me informó que Daniel se portaba muy mal cuando se juntaba con Guille. De hecho, esytaban todo el rato pinchándose y no había día que no los tuviera que separar cada uno en un extremo de la clase para tener un poco de tranquilidad.

Aproveché para pedirle una tutoría, ya hacía tiempo que quería reunirme con ella para comentar el progreso del niño. me dijo que miraría la agenda y que me daría una hora lo antes posible. La verdad es que esta chica es un encanto.

En el parque hablé con la madre de Guille, que es amiga mía, y me confirmó que Guille también hablaba sólo de su amigo Daniel en casa. Toda una relación amor-odio.

Veremos que me cuenta Marta en la tutoría y qué puedo hacer yo en casa para reforzar buenas conductas.

9 comentarios:

  1. Qué salvajillos, los dos... Quítale puntos de esos que le estáis poniendo. Verás cómo a la próximo se lo piensa. Un besote.

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    1. Le quitamos el de buen comportamiento. Y le jorobó muchísimo. Cada poco me decía: "Mamiiii, me falta un punto. ¿Me lo daaaaas?" Será pillo!

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  3. Yo creo que no es que los niños se porten mal, creo mas bien que a veces no saben cómo expresar sus emociones y terminan haciendo cosas que ni ellos mismos entienden por qué las hacen. Pienso que si le has explicado que eso no se debe hacer y va viendo que lo normal es no hacer ese tipo de cosas, no lo hará mas.
    Saludos guapa!!

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    1. Estoy totalmente de acuerdo. To creo que a este niño le puede el nervio. Pero tengo que reñirle cuando tenga esos comportamientos para que sepa que a mamá no le gustan. Se ponga como se ponga. Cómo cedas una vez estás vendida, porque la próxima vez la perreta es mucho mayor ya que piensa que antes o después cederás. Es muy difícil educar, muy muy difícil. Y mi madre no me ayuda porque dice ¡que no se acuerda de lo que hacía con nosotros! Será que no quiere compartir sus secretos.

      Muchas gracias por tu consejo. Intento explicarle las cosas la mayoría de las veces (otras no me queda paciencia ya), pero casi nunca se para a escucharme. Se obsesiona en conseguir su objetivo sin atender nada más.

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  4. Muy buena idea la de Mi Álter Ego, quitarle punto cuando se porta muy mal, para que vea que con lo bueno se dan cosas y con lo malo se quitan.

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    1. Le quitamos el de buen comportamiento. Y sí que le afectó. Cuando no se lleva algún punto intenta hacernos el truco como puede: que si se ha portado muy bien en el cole, que si se portó muy bien ayer, que si se va a portar muy bien mañana... Lo que sea para conseguir el post it. Y eso que no son premios inmediatos ¡Gracias a dios!

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  5. ¿Y sería muy complicado organizar una merienda o un ratito en casa con varios de los niños de su clase? Quizá estaría bien que, sin dejar de ser amigo de Guille, no se centre sólo en él y comience también a tener más relación con otros posibles amigos, o mejor aun, una pandilla de amigos que no sean sólo él y el otro niño.

    Me viene muy bien tu experiencia y las situaciones que nos cuentas porque nosotros estamos empezando ahora y seguro que nos vamos encontrando con situaciones parecidas.
    Saludos

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    1. Hacemos reuniones en casa de una u otra madre cuando llega el mal de tiempo de vez en cuando. Y yo veo que juega con todos los niños que vienen a casa, así que no estoy muy preocupada por esta amistad. ¡Son muy pequeños como para tener malas relaciones! O eso creo.

      Me alegro de que te ayude lo que cuento. Yo me he pasado por tu blog y me encanta. Das unas ideas buenísimas.

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