viernes, 16 de noviembre de 2012

Mi bebé, el temerario

Hay que andar con mil ojos con Iván. Me temo que de mayor va a ser aventurero. Siempre busca el lugar o la situación más peligrosa y extrema quitando unos cuantos años de vida a su pobre mamá. No puedo dejar de vigilarle, pero, a la vez, tengo que hacer mil cosas más relacionadas con Daniel y la casa.

Alguna vez le ato un poquito en la trona, pero no aguanta ni cinco minutos antes de ponerse a berrear como un loco.

Su deporte favorito es trepar por el sofá y luego correr por él como un loco hasta que se tropieza y se cae de bruces, normalmente contra los asientos. Pero, si rebota, se va al duro suelo y toca llorar y llorar con la nariz como un pimiento.

Da igual lo que le riñas, le grites, le alejes de su preciado tesoro... Él siempre va a volver a brincar cual cabrita en su adorado sofá.

Anoche le iba a dar el biberón cuando me di cuenta de que tenía un ojo a la virulé. ¡Un ojo morado mi bebé de trece meses! Hasta me entraron ganas de llorar. Pero él se reía a más no poder.

Pobrecito mi niño. No hace más que darse tortas por toda la casa, a veces ayudado un poco por su querido hermano mayor, que no tiene ningún cuidado cuando juega con él. Son un par de brutos.

No sé si liarme a acolchar todas las paredes y muebles de mi hogar. Cualquier precaución es poca.

A todos estos peligros se une que el chiquitín se lo lleva absolutamente todo a la boca. Es exagerado. Cuando le veo masticar algo me abalanzo sobre él para sacárselo Ipso facto de la boca. Creo que se pone a llorar del susto que se lleva al verme caer sobre él como una loca. Y vaya sorpresas me llevo cada vez que le saco algo: comida de gatos, una elástico, un trozo de juguete... Por más que barra, guarde las piezas pequeñas de los juguetes de Daniel, quite las cosas peligrosas de su alcance... Siempre hay algo que se me escapa y que él encuentra.

El otro día fuimos a casa de unos amigos y se puso las botas con las tizas de la pizarrita de los niños. Espero que le pillara a tiempo y no se comiera ninguna, aunque nunca se sabe.

Estoy deseando que crezca. Por lo menos antes de que me quede calva por el estrés que me producen sus andanzas.

19 comentarios:

  1. Yo tambien tengo uno asi... Y da igaul lo que lo vigiles, siempre encuentran un momento en el que te descuidas para hacer de las suyas, y siempre encuentra algo ( ahora menos) que meterse en la boca... Mas de una vez le hemos sacado de la boca, un trocito de pienso de la perrita... Pero es que no tengo ojos suficientes!!!
    A ver si crece un poco mas y se tranquiliza... o eso quiero pensar yo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí. Es igualito que Iván. Mucho ánimo. YO también espero que se tranquilicen con la edad y podamos respirar un poco más tranquilas.

      Eliminar
  2. jaja, pues a mi me parece muy gracioso, aunque reconozco que tiene que ser estresante! Pero me lo imagino compartiendo con el gato su comida y es que me da la risa!
    Animo guapa! luego echarás de menos estos momentos!
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, yo pienso que lo que no mata engorda y no me importa que se coma un poco de pienso, pero hay otras cosas como piezas pequeñas que se puedan caer al suelo en un descuido o un trozo de plástico que es muy muy peligroso y es que se me va el corazón por la boca pensando en todo lo que pudiera haber pasado :S

      Eliminar
  3. yo como trax, supongo que visto de fuera hace mucha gracia pero eso de tener el corazón siempre en la boca no debe de ser divertido. Mi madre siempre dice que afrotunadamente los niños son de goma y como dices, la mayor parte del tiempo simplemente "rebotan" ... pobre con su ojo a la virulé.... besitos al temerario y a su mami!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si en realidad yo también me río con muchas sitiaciones que acabn bien, pero hay otras que me ponen lo pelos de punta :S

      Eliminar
  4. Desde luego, con el daño que podrían hacerse a veces...es como para ir con el corazón desbocado!
    Ánimos, que dentro de poco estarás añorando esta época.
    Muas!

    ResponderEliminar
  5. Pensemos en todas las cosas que va aprendiendo de ese modo, aunque si fuera un poco menos temerario mejor no? jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí que sería mejor, sí. Por lo menos para su madre jeje

      Eliminar
  6. Eso es ahora mujer, verás cuando tenga más seguridad jejeje lo mejor es que intentes tomártelo con más calma y pongas almohadas y cojines alrededor del sofá. Suerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Él siempre caerá entre los dos cojines sólo para fastidiarme ;)

      Eliminar
  7. Desde luego tienen razón los que dicen que los niños están hechos de otra pasta porque sino no se explica... Todo lo encuentran, por todos lados se suben... No inventan nada bueno!!Pero mira, ahí están todos tan felices, haber que siguen inventando... Eso sí a riesgo de la salud de los mayores que no ganamos para sustos... jeje.
    Un besito!! Aly

    ResponderEliminar
  8. Cuando crezca ya no se llevará cosas a la boca pero alcanzará sitios más altos. Cuidado con lo que deseas... Jajaja. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  9. pero si es que este niño no para!!! estas segura de que no va a pilas y tiene algun boton de off por debajo de la ropa?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡No lo tiene!! Te lo aseguro. Lo he buscado con ansia, pero nada de nada.

      Eliminar
  10. Ojalá pudiera darte buenos consejos, pero no puedo ofrecerte nada. Mis hijos siguen siendo igual de movidos. Me la lían siempre, sobre todo en las colas. La paciencia no es una virtud que haya heredado ninguno de los dos. Mucho ánimo!!! Espero que cuando cumplan los 30 sean más tranquilos ainsss

    ResponderEliminar

Me encanta saber lo que piensas.