jueves, 8 de noviembre de 2012

La princesa maga


Este miércoles el día se torció muchísimo a la hora de ir a por los niños: lluvia y viento. Todo indicaba que nos quedaríamos en casa toda la tarde, pero una mamá me recordó que era miércoles de cuenta cuentos.

Me daba un poco de pereza, pero el servicio meteorológico advertía de que mañana iba a hacer aún peor día, con lo que estaríamos en casa también. Me quité las telarañas de una sacudida y, tras darles de merendar y un merecido descanso delante de la tele, preparé a los chiquitines para nuestra excursión a la biblioteca. Llegamos en tiempo record. Daniel e Iván bien sequitos y yo chorreando.

Menos mal que fui, porque creo que fue el mejor cuenta cuentos al que hemos ido. Nos recibió una princesa muy expresiva para contarnos una historia llena de magia, personajes de trapo y de papel, accesorios coloridos, canciones, emociones y participación del público. Incluso se atrevió a llamar a un padre al escenario para deleite de los peques.

Hasta Iván se enganchaba al relato de vez en cuando. Se quedaba mirando a la princesa, que acabó convertida en maga, mientras gritaba y se movía  como un torbellino contagiando su alegría a los niños, que no paraban de jalearla.

Los padres sufríamos un poco por los usuarios del piso de abajo de la biblioteca, que estarían acordándose de todos nuestros antepasados, y porque acabara cediendo el suelo con tanto bote.

A Iván lo tuve controlado en los momentos difíciles a golpe de aspito, aunque la golosina no me salvó de tener que recorrerme toda la sala tras suyo para evitar que cometiera alguna travesura.

Como siempre, Daniel se cansó de estar sentado antes de que acabara la sesión, pero volvía de vez en cuando al redil. Una hora es demasiado para niños de tres años. Cuando le preguntaba si quería que nos fuéramos, me miraba con ojos espantados mientras entonaba un largo "Noooooooo".

 Cuando acabó el espectáculo, la cuentacuentos dejó que los niños se acercaran a acariciar su dragón de peluche Filemón.

Rápidamente embutí a mis retoños en su ropa de invierno y me batí en retirada lo más silenciosamente que pude, que fue bastante ruidosamente.

Entre gritos, regañinas y lloriqueos varios llegamos por fin al hogar. Los dos peques estaban agotados y no veian la hora de meterse en sus lechos. Decidido. El jueves toca tarde "tranquila" en casa.



8 comentarios:

  1. Qué chuli!!!! Los niños disfrutan un montón con esas cosas. Un besote!!!!

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  2. que guapos son tus peques!! jaja y las caritas que tienen!
    yo si llevara allia Aurora tendría que salir corriendo porque no se está quieta ni un segundo que envidia!

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    1. Muchas gracias. Estos también se mueven lo suyo. Ellos se lo pasan genial, pero yo no paro de correr detrás para evitar travesuras buf!

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  3. Que buen plan! Aunque la verdad sí que es un poco largo para los niños tan pequeños, es mejor que hagan dos de 30 minutos con algún descansito no?
    Veo a Iván enorme por cierto!

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    1. Sería mejor como dices, pero es que lo hacen para niños de todas las edades y es muy difícil acertar. Mi plan era irme antes de que acabara, pero Daniel no quiso.

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  4. Aqui todos los findes hacen actividades de cuentacuentos o teatros infantiles y la verdad es que en invierno se agradece y mucho!!!!!!1

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    1. Que chulo. Sí que se agradece porque cuando hace tanto frio y llueve ¿Dónde los llevas?

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