viernes, 4 de enero de 2013

Navidades soleadas

En Las Palmas nos ha dado tiempo a muchísimas cosas. Hemos aprovechado el tiempo al máximo. Hasta nos hemos dado un bañito en la playa. Los primeros días lucía un sol esplendoroso y disfrutamos muchísimo del mar y la arena. Sobre todo los chiquillos que acompañaban a su padre en la contrucción de muros, charquitas para meter los pies y fortalezas mientras luchaban contra las olas con su imaginación. Iván daba grititos alegres cada vez que una metía un pie en el agua. Prefería atiborrarse de arena, con lo que cada cinco minutos me tocaba arrastrale hacia el mar para quitarle el rebozado pese a sus firmes protestas y pataleos.

El segundo día que pisamos la playa nos pilló un día nublado en e que se alternaba el frío relativo y el calor. Aún así nos metimos en el agua, aunque al bebé ni le acerqué a la orillas por si los resfriados. Se lo pasó genial corriendo de una lado a otro y jugando con su prima y su hermano. En esta ocasión nos acompañaron mis hermano y mi sobrina. Lo cierto es que todos nos lo pasamos muy bien a pesar de que mi hermana jura y perjura que pasará mucho tiempo antes de que vuelva a pisar la playa porque se quedó pajarito.

También nos dio tiempo a ir al Parque Doramas, un lugar precioso y llenos de fuentes y columpios, jugar y leer en la ludoteca biblioteca, subir al barco pirata del parque infantil, ir a una feria navideña en la que Daniel aprovechó para subirse a los coches, a la exposición del concurso de belenes en el que participaba el regimiento de mi hermano, al museo Casa de Colón, aunque a Daniel le contamos que era un museo de piratas porque estaba lleno de maquetas de barcos y cañones (los dos loros que correteaban por las estancias a su libre albedrío daban más consistencia si cabe a nuestra historia inventada), a recorrer las cales del barrio antiguo, a disfrutar del belén de arena de la playa de Las Canteras, a que Daniel y papá montarán en bicicleta por la fuente luminosa, a ver los barcos en el muelle, a jugar en la terraza y en la salita de juguetes de la casa de la abuela Matilde...

En definitiva, han sido siete días muy aprovechados, pero ya toca volver de nuevo a Madrid. Nos vamos con mucha pena. Echaremos de menos a nuestra familia canariona.























6 comentarios:

  1. Jo, a ver si el año que viene coincidimos!! .. Qué bien se está en Canarias y sobre todo, estar en casa de mamá .. jeje!

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    1. Síiiii, que pena que todo lo bueno se acaba. Tenemos que quedar, aunque sea en el Parque ese grande que tenemos cerca cuando empiece el buen tiempo!!!!

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    2. Si! en cuanto haga tiempo de parque, nos llamamos sin falta!!!

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  2. Yo tengo que mudarme a algún sitio así. Estoy de frío hasta las narices. Un besote!!!

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    1. Buf!!! Yo no me acordaba de este frío :S

      Con lo bien que estábamos con 25 graditos.

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