Aprovechando la coyuntura papá y mamá salieron a cenar una noche dejando a los pequeñuelos bajo el cuidado de su abuela Matilde y de su tía Silvia. Iván no se enteró de nada porque durmió como un bendito, pero a Daniel hubo que explicárselo.
"Cariño" comencé, "Papá y mamá se van a cenar fuera para quererse todavía más y pelear menos". Lo primero que me soltó fue que él también quería ir. Me lo esperaba, así que contrataqué con un "Entonces... ¿Te vas a perder una emocionante noche con los mimos de tu abuela y de tu tía y sin las regañinas de papá y mamá?" Al peque se le encendió una lucecita y aseguró que ya no quería acompañarnos con una sonrisa malévola en la cara. Luego anunció su propósito de ver la tele toooda la noche". Más tranquila le di un besito y me fui con Raúl a disfrutar de una velada romántica de cena y paseo.
A las doce estábamos en la cama. Fue poco tiempo, pero lo disfrutamos mucho. Raúl hubiera alargado el paseo mucho más porque hacía un noche muy agradable, pero yo estaba agotada.
Si es que los papis tenéis que aprovechar los momentos en que podéis disfrutar de la soledad. Si no, os volveríais locos... Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarY son tan pocos esos momentos... Sight!
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